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La defensa número 1 de DeMeco Ryans

Con sendas derrotas en sus tres partidos iniciales y cuatro en los primeros seis, los Houston Texans no han tenido el arranque de temporada deseado. Sin embargo, el pasado domingo recuperaron la senda de la victoria ante San Francisco 49ers y ahora ven la segunda mitad de liga regular con otra cara. El ataque está sufriendo un proceso de renovación en cuanto al personal en el campo y en cuanto al coaching, que está repercutiendo negativamente al equipo, pero la defensa sí que está mostrando su mejor cara desde el primer snap de la campaña hasta el último. La unidad de DeMeco Ryans y el coordinador, Matt Burke, marcha primera en numerosas categorías estadísticas, siendo las más importantes las de yardas y puntos concedidos. Mezcla el brillante juego de varias estrellas con un agresivo sistema que busca incomodar a los ataques rivales. Hoy es el día para conocer más a fondo la defensa número uno de la NFL.

No es la primera vez que Ryans está al mando de la unidad más dominante de la liga. En 2022, en su último año como coordinador defensivo en San Francisco, logró que los 49ers finalizaran la campaña Top 1 tanto en puntos recibidos como en yardas permitidas. Aquel grupo se caracterizaba por su estilo físico y agresivo, llegando literalmente a castigar a sus rivales a base de duros placajes. Aquella temporada fue célebre la serie perdedora que tenían los rivales de San Francisco la semana siguiente a su duelo. Aparentemente, quedaban tan golpeados que necesitaban al menos quince días para recuperarse. Ryans ha trasladado esto a Houston, donde vemos una defensa que destaca por su velocidad y potencia al contacto. Esta jugada del pasado domingo, en la que los once componentes de la unidad acaban convergiendo en Christian McCaffrey, es el mejor ejemplo que he encontrado de lo que llevamos de liga regular.

Ryans es un coordinador muy agresivo, no necesariamente porque abuse del blitz, como por ejemplo ya hemos explicado que hace Brian Flores en Minnesota Vikings, sino por su filosofía general de juego. Él ataca cada down como si fuera el último, intentando dejar el mínimo espacio para respirar al ataque rival y no conceder ninguna yarda gratis. Es por esto que en muchas ocasiones vemos en primer down a los Texans practicar esquemas que otros coordinadores reservarían para el tercer down. Las estadísticas lo dejan claro, el primer down contra Houston este año está resultando ser una apabullante derrota para los ataques rivales. De las 149 jugadas que ha defendido en primer down, 79 han sido pases y 70 carreras. Las acciones terrestres apenas han generado 3.0 yardas en promedio, una cifra que pone a las ofensivas a contrapié desde el principio. Los números contra el pase son igualmente extraordinarios, los quarterbacks apenas han completado el 58.4% de sus pases contra Houston en primer down, con dos touchdowns y seis intercepciones, todo ello para un rating de 54.7

Como vemos, los ataques rivales rara vez van por delante de las cadenas cuando se miden a los chicos de Ryans y el coordinador, Burke. Esto provoca que la mayor virtud de este equipo, sus dos edge rushers, salga a relucir en tercer down. A día de hoy se podría hacer un argumento perfectamente válido sobre que Will Anderson Jr. y Danielle Hunter son la mejor pareja de "caza quarterbacks" de la actual NFL. El primero juega la mayoría de sus snaps en el lado izquierdo de la defensa y el otro en el derecho, aunque en ocasiones intercambian sus roles. Ambos son jugadores que obligan al rival a ajustar su protección, ya sea deslizando la línea ofensiva hacia su lado o bien, dejando a algún skill player a ayudar en su bloqueo. Fijaros en esta acción del pasado domingo ante San Francisco. Ambos reciben un doble bloqueo, contra uno está ayudando McCaffrey y contra el otro George Kittle. No hablamos por tanto de dos cualquiera, pues, aun así, ambos van a llegar hasta el quarterback Mac Jones para reventar la jugada.

La mayoría de los equipos de la NFL pueden sentirse afortunados por contar con un pass rusher de élite, los Texans tienen dos. Hunter destaca por su terrible velocidad (4.57s en las 40 yardas) para su estatura (1.96m). Es muy ágil, se combina muy bien con sus compañeros en diferentes stunts y cuenta también con un movimiento de giro muy efectivo. Por su parte, Anderson Jr., número 3 del draft de 2023, justo la elección siguiente a la del quarterback C.J. Stroud, es un defensor de mayor potencia. Sus manos son muy pesadas, al contacto crea una acción tan fuerte que descoloca a los tackles rivales. Su bull rush es temido, pero igualmente es muy rápido y capaz de doblar la esquina por velocidad. Ryans y Burke crean constantemente frentes de presión en los que aíslan a Anderson a un lado de la formación para garantizarle un 1x1 que confían que pueda ganar.

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Entre estos dos hombres crean una pinza que obliga a los quarterbacks rivales a no poder retroceder demasiado en el pocket, lo que también crea oportunidades en el interior para una serie de rushers veteranos que han ido juntando los Texans hasta crear una de las líneas más profundas de la competición: Sheldon Rankins, Tim Settle, Tommy Togiai, Mario Edwards o Denico Autry. Desde el inicio de la campaña de 2024, Anderson Jr. y Hunter están en el Top 4 absoluto de ratio de presión para defensores con al menos 300 intentos.

Vayamos ahora a la secundaria, donde encontramos a dos cornerbacks de primer nivel en Derek Stingley Jr. y Kamari Lassiter. Son dos esquineros con talla ideal, buena velocidad, con la fluidez de caderas necesaria para defender en zona, pero también con el físico requerido para hacerlo en press. Son el complemento ideal a sus dos compañeros que meten presión al quarterback rival, dado que ambos cuentan con grandes ball skills, lo que les hace aprovechar cualquier envío erróneo para producir una intercepción. No es raro ver a Ryans ser muy agresivo en sus esquemas de tercer down cuando es una situación previsible de pase porque tiene confianza absoluta en que sus dos cornerbacks puedan hacer el trabajo sin necesitar ayuda de los safeties. Observad este frente de presión en un tercer down ante San Francisco, ocho de los once jugadores de defensa pueden entrar perfectamente al rush, quedando atrás un único safety y los dos cornerbacks citados.

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Lassiter en particular ha dado un paso adelante en su juego este año. No solo es capaz de realizar la acción más espectacular, como la del vídeo que os muestro a continuación, sino que también es capaz de ejecutar acciones menos brillantes, pero igualmente valiosas para la defensa. Contra 49ers, en una jugada de screen, fue capaz de superar el bloqueo de Kittle y placar a McCaffrey en campo abierto para pérdida de yardas.

El último elemento de la defensa de Houston Texans que os quería destacar es Jalen Pitre. El safety lidera al equipo con tres intercepciones, es tercero en placajes (Lassiter precisamente es el primero) y además aporta seis presiones al quarterback. Es el comodín de DeMeco Ryans, un atleta capaz de alinearse en cualquiera de los tres niveles de la defensa. Hasta ahora en 2025, Pitre ha formado en 231 snaps como cornerback de slot, en otros 86 como linebacker, en 22 como safety, en 4 como cornerback exterior e incluso en un total de 18 en la línea defensiva como "edge rusher" disfrazado. El head coach sabe que dejarlo continuamente en la parte profunda del campo es un desperdicio de talento, de manera similar a lo que ocurre con Kyle Hamilton en Baltimore Ravens. De esta forma, la defensa base de Houston es una big nickel en la que juegan dos safeties profundos, generalmente Callen Bullock y M.J. Stewart, más Jalen Pitre en la posición de star, es decir, mucho más cerca de la línea y por lo tanto de la acción.

El safety de cuarto año apoya contra la carrera, es buen placador y juega con una depurada técnica. En esta intercepción contra Baltimore se resume perfectamente su juego. En primer lugar, lee lo que sucede en el backfield, donde hay un amago de carrera, por lo que ataca con celeridad la caja. Una vez que identifica que es pase en lugar de carrera, reacciona (la defensa no debe adivinar nunca, porque es cuando va a incurrir en un error irreparable) y retrocede a su zona de cobertura, la flat en este caso. Es muy importante cómo en todo momento mantiene la cabeza alta para ver lo que sucede delante suya. Cuando observa que el pase es hacia su rango de cobertura, se frena, mantiene el control de su cuerpo y con una fantástica velocidad de cierre completa una intercepción de mucho mérito.

La defensa de DeMeco Ryans no va a sorprender por sus intrincados esquemas como lo hacen otras. Su fuerza reside en la buena técnica de sus jugadores, su perfecto condicionamiento físico y lo bien que juegan como bloque. El único punto en que debe mejorar es en zona roja, donde les ha afectado la posición donde son menos fuertes, los dos safeties profundos. Sin embargo, claramente es el ataque quien debe mantener el paso adelante que dio en la última jornada. Entonces, los Texans volverán a ser la fuerza que han sido estos dos últimos años en la NFL.