Es probable que el nombre de Mark Gastineau haya vuelto al centro del debate en estos días por las razones equivocadas. En un adelanto de lo que será el nuevo documental 30 for 30 de ESPN, The New York Sack Exchange, la cadena reveló un polémico clip en el que se ve a Gastineau confrontando a Brett Favre por haberle concedido esa última captura a Michael Strahan en la temporada de 2002, que significó romper su récord de derribos de quarterback en un solo curso.
A pesar de que el propio Gastineau acudió a felicitar en directo a Strahan —con abrazo y foto para la prensa incluida— por haber superado su marca en aquella ocasión, el polémico y legendario ex jugador de los Jets fue filmado increpando a un desconcertado Favre para decirle que, pese al tiempo transcurrido desde entonces, seguía muy decepcionado con la manera en que se había deslizado para conceder el sack que cambió la historia.
El video exigió una postura pública por parte de Favre, quien explicó vía X que su intención, más que afectar a Gastineau, era ayudar a Strahan, sobre todo pensando en el contexto de partido en que se dio la jugada. Bajo una circunstancia de mayor tensión competitiva, Favre, según sus propias palabras, habría hecho algo más para evitar la captura. En ese mismo texto, añadió que espera que pronto Gastineau pueda recibir el crédito que merece por haber sido uno de los defensivos más dominantes de su generación con la entronización al Salón de la Fama, misma que, dicho sea de paso, cada día se vislumbra más lejana.
Fiel a su histriónica y por momentos errática personalidad, Gastineau protagonizó varios episodios dignos de una portada de tabloide. Su historial incluye una sentencia a 90 horas de servicio comunitario tras golpear a una persona en la discoteca Studio 54 de Broadway, así como condenas por violencia doméstica en contra de su ex esposa, en 1984, y por recoger un paquete de anfetaminas en el aeropuerto de Phoenix, en 1991. Ademas, en 2017 dio a conocer que le diagnosticaron demencia, Alzheimer y Parkinson, probablemente ocasionadas por el futbol americano. Dos años más tarde, reveló que fue víctima de abuso sexual de manera sistemática por parte de un jornalero mexicano dentro del rancho de su familia en Oklahoma, cuando tenía 11 años. La descarnada confesión de la ex estrella de la NFL vino precedida de una batalla exitosa e inspiradora frente a un cáncer de colón.
En palabras de Woody Johnson, el actual dueño de los Jets, Mark Gastineau y la línea defensiva de aquel tiempo —complementada por Joe Klecko, Marty Lyons y Abdul Salaam, conocida como "The New York Sack Exchange"—, fueron personajes piedras angulares en la historia de la franquicia. No es exagerado decir que Gastineau es, después de Joe Namath, el miembro de los Jets con mayor impacto a nivel deportivo y de cultura pop. Su intermitente relación con la actriz y modelo danesa Brigitte Nielsen, otrora mujer de Sylvester Stallone, abonó a la leyenda.
Ya no es solo que haya firmado aquella monstruosa temporada de 22 capturas en 1984, sino que se estableció como uno de los personajes más carismáticos de su generación. Todavía se le recuerda por su repertorio de gestos y alocadas celebraciones tras derribar al quarterback rival, sus subidas de tono en ruedas de prensa y la mítica portada de Sports Illustrated que protagonizó junto a Lawrence Taylor en 1986.
Al terminar su brillante carrera como jugador NFL en 1991, Gastineau dio un salto inesperado al mundo del boxeo profesional. Por desgracia se le recordó más por formar parte de una red de corrupción montada por su manejador, el infausto Rick "Elvis" Parker, quien incluso fue capaz de sobornar y drogar a uno de los retadores de su pupilo para conseguir mantenerlo invicto y así poder alcanzar, más adelante, una pelea frente a un todavía vigente George Foreman. Su abrupto retiro de los encordados, con un récord de 15-2 —con 15 cuestionables y teatrales KO—, se dio luego de caer en combate frente a Alonzo Highsmith, otro ex jugador de la NFL que probó suerte como boxeador y hoy alto ejecutivo de personal en los New England Patriots.
La buena noticia de todo esto es que, con suerte, mucha gente sabrá que Joe Namath no fue el único rockstar en haber jugado para los Jets.