CAMBIOS DE SENDA
Lo peor que le puede suceder a un fan de una franquicia es el inmovilismo de ésta. Y digo lo peor, no lo que él deseara o no quisiera, que por gustos siempre está el subjetivismo de aferrarse a esta o aquella estrella. Todas las franquicias cuentan con jugadores que pueden servir de palanca para mejorar lo que se tiene si, comprobado que con esa estrella tampoco se compite, el deseo sea agitar la estructura para que pasen cosas. Una franquicia con constante récord negativo, que no compite y cuenta con un jugador superlativo, se enfrenta a una decisión: La lucha por complacer a su fanaticada que pide la renovación de ese jugador con un gran coste que afecta al límite salarial cortando alcance a la propia Franquicia, pero sosteniendo en el Roster a una figura de la NFL, o ir en contra del sentimiento del fan por su querida y amada estrella (que no dudaría por abandonarlos por una oferta en otro rincón) traspasando al jugador con el fin de capitalizarlo en selecciones de draft y jugadores con el fin de buscar el cambio de dinámica.
Sobre esto podemos encontrar ejemplos varios que han salido bien, pero también otros que han salido mal, pero de lo que no hay duda alguna es que si uno cuenta con hechos comprobados empíricamente como "el no competir a pesar de tu estrella", seguir haciendo lo mismo normalmente conduce a obtener los mismos resultados. Como ya lo hablé en diversos foros, pensemos en Browns y Raiders. Se planteó la venta de sus estrellas como Myles Garrett y Maxx Crosby. Los fans se manifestaron, por lo menos los más ruidosos, con la necesidad de la renovación, lo dicho, a pesar de que no estaban compitiendo. Declaraciones, redes sociales y demás zonas de influencia se llenaron del subjetivismo fanático de salvar al soldado Ryan, por encima de todo. Los últimos 10 años de estas dos franquicias han sido realmente malos, y lo peor, poco prometedores para pensar que con estas dos estrellas se pudiera competir, a saber:
- Récord Cleveland Browns: 57-106-1 – Sólo 2 temporadas con récord positivo (>1.00)
- Récord Las Vegas Raiders: 72-92-0 – Sólo 2 temporadas con récord positivo (>1.00)
Ambas franquicias optaron por hacer caso al fan, renovar a sus estrellas y como era previsible, este año 2025 post-renovación de estos contratos, sigue siendo muy mala con un récord de 2-7 para ambas Franquicias. El subjetivismo del fan, de nuevo se adueñó de la decisión de la Franquicia cuya propiedad, sea por desidia o conformismo, no pretende desencantar a la afición y desplaza hacia ellos esta responsabilidad para que luego no le pidan cuentas.

Pero es importante también decir que la venta de las estrellas no garantiza el éxito, puesto que en esas selecciones de draft capitalizadas hay que acertar con los jugadores que se seleccionen y los que en su caso se traspasen, esto es una evidencia; pero al menos no habría una vinculación millonaria que limite los movimientos del equipo y por lo menos se cambia la senda que termina en punto muerto, ya veremos luego hacia donde conduce, porque la vía anterior fue un fracaso bajo comprobación constatada.
Por esto mismo siempre defenderé la venta de la estrella en equipos que no van hacia ningún lado, que simplemente no compiten y/o están en tierra de nadie; véase Detroit Lions con Stafford, éste es un ejemplo de éxito donde la Franquicia no hizo tanto caso al aficionado con el héroe de la ciudad y buscó cambiar el rumbo mediante la venta de su mejor jugador a modo de palanca para poder recibir jugadores y selecciones de draft. Hoy Detroit es contender. No todos salieron bien, tenemos algunos ejemplos de Franquicias que acumularon selecciones y no están donde querían como Miami, por ejemplo, y otras como Panthers que vendieron a varias estrellas como McCaffrey, DJ Moore, Brian Burns…están en la lucha por competir, pero lejos aún de poder hacerlo de forma clara. Chicago en su momento con Khalil Mack y con Roquan Smith, es otro ejemplo, aún por ver.
Los New York Jets han emprendido este último camino, vender a sus estrellas como Quinnen Williams y Sauce Gardner, para tener un total de 5 primeras rondas en los próximos 2 años. Ahora solo queda acertar, pero el paso está dado y tanto aficionados como el Front Office se disponen a afrontar y visualizar un camino distinto, igual conduce hacia el mismo precipicio, pero eso está por explorar y mientras no hay cataclismo a la vista, hay esperanza por llegar a un mundo mejor, y eso ya es mucho para no continuar en la desesperanza de un camino que saben de sobra a donde lleva.
Resulta curioso que, tras este éxodo de estrellas de los NY Jets empobrecidos en un roster que necesita muchas cosas, han derrotado, en esta semana 10, a los Cleveland Browns que aún retienen a su estrella. Cuando menos, da para pensar.

LIONS PEGAN VOLANTAZO
Sigamos con cambios, con la necesidad de plantearse si dejar todo igual o alterar el status quo. Los Detroit Lions cambian de play caller ofensivo a mitad de campeonato, como si en un Fórmula 1 se cambia de piloto más allá de la mitad de temporada, aún siendo un coche competitivo. No es cosa menor. Detroit, y Dan Campbell sabían que su ataque, siendo de los 3 más productivos del campeonato, no estaba siendo todo lo fluido que debería, especialmente en el partido contra Vikings cuando no hubo respuesta a la defensa de Flores con jugadores arrojando números muy pobres. Dan Campbell y John Morton tuvieron una reunión el día tras el partido como así relató el HC. Hablaron y Campbell decidió pegar un volantazo y asumir un play calling que había sido demasiado conservador y donde las estrellas no brillaban como creía que debían hacerlo.
El jugador que mueve la ofensiva y el más importante es el Quarterback y a Goff, ni se le veía cómodo ni estaba ejecutando bien, ni mucho menos involucrando a más jugadores que, más allá de Gibbs y St.Brown, debían estar, como Jameson Williams. Dan Campbell sabe que tiene un ataque que es un Ferrari y estaba siendo pilotado a 80kmh en circuito de competición, algo inasumible con este roster. Por lo tanto, había dos opciones: a) esperar a que Morton y Goff den con la solución con el paso del tiempo y algunas medidas; b) introducir cambios de mayor calado como el play calling. A Dan Campbell no le gustaba la selección de jugadas y no le gustó la ambición de las mismas. Ya lo hizo con Anthony Lynn en 2021, para ya después dejarlo en las manos de Ben Johnson en 2022. Campbell tiene muy claro lo que le gusta y lo que no, y cuando algo no le agrada no se queda quieto a esperar que se arregle solo o termine por explotar, pone los remedios que él cree, pero siempre moviendo cosas para que algo cambie. Es un entrenador de los llamados "intervencionistas". Será más que interesante ver en qué acaba todo este cambio vertebrador en una de las mejores ofensivas actuales, si fue para bien o al final es coche se salió de pista.

13 PERSONNEL: MCVAY…y SHANAHAN
Seguimos con cambios y esto de mover el árbol, ya sea cuando no gusta lo que se ve o ya sea por pura necesidad. Con McVay estamos viviendo una revolución significativa en sus esquemas ofensivos, conocidos históricamente por su spread y basado en 11 personnel (3 WR, 1 RB, 1 TE). Sean McVay, en sus primeras 137 semanas como head coach usó 13 personnel (1 WR, 1 RB, 3 TE) solo en 84 jugadas y ahora ha pasado a implementarlo en 97 jugadas en los últimos tres partidos. Este cambio surgió de la necesidad como la lesión de Puka Nacua, pero su éxito lo ha convertido en la identidad ofensiva de los Rams, con un uso del 16.93% (líder de la NFL) y picos del 44.8% en la Semana 10. Los resultados son élite: 6.7 yardas por jugada, 63.3% de éxito, 20% de jugadas explosivas y +25.83 EPA (casi el doble del siguiente equipo). Pero no nos fijemos solo en el volumen si no también en su eficiencia que ha impulsado una racha de 4 victorias, con 4 TDs derivados de este paquete vs. 49ers y vs. Saints. Rams rota cuatro tight ends versátiles: Tyler Higbee (veterano bloqueador sin eludir la recepción), Colby Parkinson (equilibrado), Davis Allen (emergente en bloqueo) y Terrance Ferguson (rookie con upside en ruta). Aunque el núcleo principal es 13 personnel con tres en campo, estos cuatro se alternan para mantener frescura, permitiendo paquetes pesados que maximizan mismatches.
En el último partido, los 4 tight ends fueron receptores de pases, y dos de ellos anotaron touchdown. Pero lo importante es que todo esto se traduce en el enorme estrés que se genera a la defensiva rival. Solo pensar por un momento que en la propia OL, al lado de cada Tackle, pueda alinear con 1x2 TEs, cuando los 3 pueden salir a recibir, los 3 pueden bloquear para carrera, o simplemente 2 o 1 saltar al block, hacen muy difícil al rival predecir siquiera, el tipo de jugada que enfrentará y los mismatches que ello generará en coberturas a receptores poderosos como estos. Éste estrés cognitivo suma variables: LBs deben cubrir rutas TE en flats/seams (donde son lentos), mientras DL fatigan contra run-heavy looks. Resultado: Mismatches severos —TE vs. LB en pase (win rate +20% para Rams)— y defensas on their heels (indecisos run/pass), provocando reacción y desequilibrio impidiendo una debida anticipación.
En la Semana 10, 44.8% snaps en p.13 generó más explosividad que cualquier paquete previo, reduciendo espacio para DBs y elevando puntuación. Contra 49ers, 30/67 snaps con 3 TEs (2º mayor desde 2016) dictó tempo, limitando blitzes. Solo decir una cosa más, que a nadie podría sorprender, el líder estacional de ese 2016 en uso de personnel 13 fue Atlanta (bajo Kyle Shanahan como OC, 12-15%, enfocado en run-heavy con TEs como Hooper y Toilolo), pero ningún partido individual llegó al 40%. Decir que Shanahan y McVay están cambiando el juego, quizá ya empieza a ser más una redundancia que un deseo.

TIERRA PISADA
Pero sigamos con los cambios necesarios. Es cierto que, del primer razonamiento, he quitado a Pittsburgh Steelers porque es una franquicia que compite, siempre que a competir le llamemos obtener un récord positivo cada año y con acceso a playoffs en 1 de cada 2 temporadas de los últimos 8 años. Sus cuatro clasificaciones a playoffs en estos 8 años se saldaron con cuatro derrotas en wild card, esto es, a las primeras de cambio. Los Rooney no ven el cambio, y son de los partidarios de amarrar a la estrella como TJ Watt con sus 123 millones por 3 años a 41M/año recientemente firmado. En el SNF contra Chargers y tras su derrota 10-25, podemos decir que Watt no fue suficiente. Hace falta más. El inmovilismo es contrario a cambios grandes, de los que agitan los cimientos, de los que provocan abrir nuevos caminos a explorar cuando el ya recorrido tiene tantos surcos que se ha vuelto un suplicio circular. Es tierra quemada y repisada.
Contra Los Ángeles Chargers, el equipo de Tomlin y la ofensiva de Arthur Smith se hace predecible, operando casi exclusivamente con pase rápido (80% de intentos dentro de 10 yardas) para evitar presión, pero resultando en stalls constantes. Rodgers estuvo muy desconectado, completando solo el 51.6% de pases, con 0 completos bajo presión (3 sacks y un safety muy feo en la end zone ante Khalil Mack). El esquema evitó lanzamientos en profundo (máximo 20 yds por pase), pero falló en play-action (0/5 intentos con >5 yds ganados), una OL en retroceso y un 0/9 en terceros downs hasta el drive final (2-11 al final del partido). Algo debe hacerse en Pittsburgh y el debate exige mayor profundidad que unas cuantas líneas en esta columna, pero que la exploración de nuevas vías debe estar cuando menos, en debate, no deberíamos dudarlo nadie, aunque poco se vea en el Front Office.

3 QUARTERBACKS: STAFFORD-JACKSON- GOFF
El quarterback de los Los Angeles Rams, Matthew Stafford, está jugando, probablemente el mejor Football de su carrera, con una madurez desconocida y lo está haciendo de forma brillante, pero el mayor reto que enfrenta es sostener el nivel para llegar a su segundo Lombardi con un gran equipo y entrenador. El domingo contra 49ers lanzó para 280 yardas, cuatro touchdowns y cero intercepciones con un rating de 127.1 en la victoria de su equipo por 42-26 en San Francisco. Stafford es el primer jugador en la historia de la NFL con al menos cuatro touchdowns y cero intercepciones en tres partidos consecutivos. Tiene 402 pases de touchdown en su carrera y se convirtió en el noveno jugador en tener al menos 400 pases de touchdown en temporada regular. Cuenta con 25 pases de touchdown y dos intercepciones esta temporada y se une a Patrick Mahomes (2020) como los únicos jugadores en la historia de la NFL con al menos 25 pases de touchdown y dos o menos intercepciones en los primeros nueve partidos de su equipo en una temporada. Stafford lleva 62 encuentros en su carrera con al menos tres pases de touchdown, empatado con el QB miembro del Pro Football Hall of Fame Dan Marino por el sexto lugar en más partidos con estos datos en la historia de la NFL.
El reto de Lamar Jackson es reflotar este equipo; calificado por unanimidad como claro contender al Super Bowl al inicio del campeonato y que sorprendió a todos con un comienzo de victorias-derrotas de 1-5 que hacían dudar de su capacidad, cambiar la dinámica es su aspiración. En su 100º inicio de carrera el domingo pasado, el quarterback de Baltimore lanzó para 176 yardas y un touchdown, y añadió 36 yardas de carrera en la victoria de los Ravens por 27-19 en Minnesota. Jackson ahora tiene 73 victorias en su carrera en sus primeros 100 inicios, superando a Ken Stabler por el cuarto lugar con más victorias por un quarterback en sus primeros 100 inicios de carrera en la historia de la NFL. Solo Patrick Mahomes (78 victorias), Tom Brady (76) y otro HOFer, Roger Staubach (76) tuvieron más. Lamar que tiene un passer rating de 103.3 en sus primeros 100 inicios— es el tercer quarterback en la historia de la NFL con un passer rating de 100 o superior en sus primeros 100 inicios de carrera, uniéndose a Aaron Rodgers (107.3 passer rating) y Patrick Mahomes (103.0).
El reto de Jared Goff en Detroit es recuperar sensaciones y dotar a Lions de un ritmo ofensivo más regular y continuado. Tras un inicio irregular, Detroit aún no presentó una fluidez propia de un contender y de lo que fue la temporada pasada, más bien, gana por golpes individuales donde tiene mucho talento, pero poco por ajustes y cambios desde la banda. Dan Campbell lo sabe y ha asumido el play calling porque reconoce en Goff a un QB que no está cómodo. El quarterback de Detroit, en Landover, completó 25 pases de 33 intentos (75.8 por ciento) para 320 yardas con tres touchdowns y cero intercepciones con un passer rating de 135.9 en la victoria por 44-22 en Washington. Goff es el tercer jugador en la historia de la NFL en tener al menos 45 partidos con 300+ yardas de pase en sus primeras 10 temporadas de carrera, uniéndose a Patrick Mahomes (49 partidos, en sus primeras nueve temporadas) y Matt Ryan (45). Además, cuenta con 27 encuentros en su carrera con al menos tres pases de touchdown y cero intercepciones, el cuarto mayor por un jugador en sus primeras 10 temporadas de carrera en la historia de la NFL, solo detrás de Aaron Rodgers (30 juegos), Russell Wilson (29) y Patrick Mahomes (28, en su novena temporada).
Comienza la semana 11, los dobles dígitos aceleran la competición, disfruten de ella y tengan mucha salud.





