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Mundo NFL | Sitio oficial de la NFL en español

NFL Salvaje w15

MAPA DE PLAYOFFS

AFC

  1. Denver Broncos (12–2) PLAYOFFS ASEGURADOS
  2. New England Patriots (11–3)
  3. Jacksonville Jaguars (10–4)
  4. Pittsburgh Steelers (8–6)
  5. Los Angeles Chargers (10–4)
  6. Buffalo Bills (10–4)
  7. Houston Texans (9–5)

Perseguidores del #7

  1. Indianapolis Colts (8–6)
    9. Baltimore Ravens (7–7)
    10. Kansas City Chiefs (6–8)
    11. Miami Dolphins (6–8)

NFC

  1. Los Angeles Rams (11–3) PLAYOFFS ASEGURADOS
  2. Chicago Bears (10–4)
  3. Philadelphia Eagles (9–5)
  4. Tampa Bay Buccaneers (7–7)
  5. Seattle Seahawks (11–3)
  6. San Francisco 49ers (10–4)
  7. Green Bay Packers (9–4–1)

Perseguidores del #7

  1. Detroit Lions (8–6)
    9. Carolina Panthers (7–7)
    10. Dallas Cowboys (6–7–1)
    11. Minnesota Vikings (6–8)

La pregunta es ¿hay posibilidades de alterar estas 2 clasificaciones de aquí al final de la temporada regular? Mi respuesta es sí, por una razón simple. Siempre pasan cosas al final. Pero además la competencia en la NFL es tan grande que algún equipo con 11 victorias podría quedarse fuera. En la historia de la NFL, ha ocurrido 5 veces que un equipo ganó 11 partidos y se quedó fuera de playoffs (cambiando mucho el formato según la época).

  1. 1962 Detroit Lions — 11–3 —
  2. 1963 Green Bay Packers — 11–2–1 —
  3. 1967 Baltimore Colts — 11–1–2 —
  4. 1985 Denver Broncos — 11–5 —
  5. 2008 New England Patriots — 11–5 —
Green Bay Packers defensive end Micah Parsons (1) in the second half of an NFL football game Sunday, Dec. 14, 2025, in Denver. (AP Photo/David Zalubowski)

El precio por subir

Cuando un equipo hipoteca sus primeras rondas por un jugador top, tiene sus pros pero también tiene muchos contras. Por un lado te descapitalizas, te quitas, pongamos 2 primeras rondas, pagarás un nuevo gran contrato millonario a esa estrella, coherente con dicho capital de draft pero con el consiguiente impacto en el límite salarial, esperas que todo ello haga que ese jugador no se acomode y siga jugando al nivel de excelencia que motivó esa adquisición y, por último y no menos desdeñable, su riesgo a lesión. Por todo ello siempre he sido partidario de adquirir estrellas pagando draft cuando eres un equipo pretender y necesitas dar un salto para ser contender, esto es, equipos que ya están compitiendo, que no cuando hablamos de equipos que no tienen capacidad de competir y con poca base. Un buen equipo puede asumir la pérdida de esa estrella por una lesión, pero para un mal equipo implicará años de hundimiento si la cosa sale mal. Pensemos así en la lesión de Micah Parsons. La decisión tomada a principios de temporada fue dirigida a convertir a Packers en un candidato al título sin discusión a cambio de 2 primeras rondas, y sí, lo metieron en ese ramillete de 3-4 candidatos. El precio valía la pena en un equipo ya competitivo. Salió cruz a estas alturas pero el equipo sigue estando ahí, con buenos jugadores y con staff suficiente para seguir en la lucha. Probablemente no con el upside que Parsons les daba, como lo haría con cualquier otro equipo, pero suficiente para competir, esperando ver la subida de nivel en estas situaciones de jugadores como Love, Jacobs, Reed, etc… y por supuesto, ver las soluciones que LaFleur va a aportar en esta situación, y en especial, Jeff Hafley.

Indianapolis Colts quarterback Philip Rivers walks on the sideline during the second half of an NFL football game against the Seattle Seahawks, Sunday, Dec. 14, 2025, in Seattle. (AP Photo/Stephen Brashear)

Proteger a Rivers y la D de Colts

Los Colts enfrentaban un partido duro contra los Seattle Seahawks y el enfoque principal era claro, proteger al QB para que no lo lesionaran y proponer avances ofensivos mediante pases cortos y rápidos para sacar el balón de las manos del quarterback en menos de 2.5 segundos, evitando el pass rush de Seattle que genera presión sin blitz frecuentes (solo 21.5% de blitz en la temporada). Esto conllevó una alta dosis de screens y check-downs a receptores y al running back Jonathan Taylor y Abdullah, permitiendo que Rivers completara 18 de 27 intentos para 120 yardas, con un promedio de 4.4 yardas por pase. En la primera mitad, esta táctica surtió efecto: Rivers lideró drives que produjeron puntos en tres de cuatro drives, culminando en un touchdown de 8 yardas a Downs en tercera y 3. Las lecturas pre-snap de Rivers, ajustando protecciones y audibles en la línea, fueron clave para mantener el ritmo, aunque en la segunda mitad la ofensiva se estancó, limitándose a field goals y un drive final que posicionó un FG ganador de 60 yardas de Blake Grupe, y dejó a Colts a menos de un minuto de ganar el partido. Todo este plan no solo protegió a Rivers de sacks adicionales (solo uno por 2 yardas), sino que complementó un juego terrestre sólido, con Taylor acumulando 87 yardas en 25 acarreos, forzando a la defensa de Seattle a respetar la amenaza del suelo y abriendo ventanas para pases rápidos. Steichen optó por un esquema conservador, priorizando la posesión (los Colts controlaron el balón por 31:42 minutos) y evitando pases profundos hasta el final, donde una intercepción en los segundos finales selló su derrota 18-16.

Pero conviene destacar la defensa de los Colts que fue el pilar que mantuvo el partido competitivo, sosteniendo a un equipo mermado por lesiones (ausentes DeForest Buckner, Sauce Gardner y Charvarius Ward) y permitiendo que la ofensiva de Rivers tuviera oportunidades de remontada en un duelo de bajo puntaje. Bajo el esquema de Lou Anarumo, el enfoque fue una cobertura zonal agresiva con énfasis en red zone stands, limitando a los Seahawks a cero touchdowns en todo el partido contra una ofensiva que promediaba 27 puntos por encuentro. Seattle, liderada por Sam Darnold (271 yardas aéreas), se vio forzada a seis field goals de Jason Myers, incluyendo el ganador de 56 yardas, gracias a stops clave. En la primera mitad, los Colts permitieron solo 36 yardas totales y 2.6 yardas por jugada. La defensa de Colts no consintió ni un TD de Seattle.

Esta solidez defensiva tuvo protagonismo en un frontline que colapsó el pocket y una secundaria que forzó conversiones de tercer down en solo 1 de 9 intentos de Seattle, además de contener el juego terrestre a 1.9 yardas por acarreo en 17 intentos —el mejor rendimiento de Indy en semanas recientes—. La defensa no solo sostuvo al equipo, sino que lo puso en posición de ganar hasta los instantes finales, destacando la resiliencia de un roster que demostró tener mucho más que nombres.

Minnesota Vikings quarterback J.J. McCarthy (9) records a video on a cell phone during an NFL football game between the Dallas Cowboys and the Minnesota Vikings Sunday, Dec. 14, 2025, in Arlington, Texas. (AP Photo/Julio Cortez)

Objetivo Vikings: Conocer si hay QB

El objetivo de Minnesota Vikings, no pudiendo acceder a Playoffs, no debe ser otro que alcanzar a conocer si tienen un QB que pueda liderar este equipo. Tras muy malas actuaciones, estos 2 últimos partidos han sido bastante prometedores por parte de McCarthy. Saber si el QB vale o no, no se va a buscar solo en números fríos, sino en cómo se enfrentan determinadas situaciones.

En los dos últimos partidos de J.J. McCarthy contra los Commanders y los Cowboys, acumuló un total de 31 pases completados de 47 intentos con un 66.0% de completos, promediando 15.5 completados de 23.5 intentos por partido; 413 yardas aéreas en total, con un promedio de 206.5 por partido; 5 touchdowns aéreos en total, promediando 2.5 por partido; 1 intercepción en total; 0 sacks recibidos, algo que explicaría muchas cosas; un QBR promedio de 118.6; 8 acarreos para 27 yardas terrestres en total (3.4 yardas por acarreo), promediando 4 acarreos para 13.5 yardas por partido; y 1 touchdown terrestre en total. Los números son buenos.

Además de todo esto que es más tangible, está aquello que no se ve. Comenzar el partido de Cowboys con una intercepción, en el AT&T Stadium, no es poca cosa como para no venirse abajo. El partido estuvo siempre muy ajustado y supo competir en esas apreturas de marcador, no le tembló el brazo y lo hizo bien. Es demasiado pronto, pero las malas señales en JJ están desapareciendo y eso no es poco.

Kansas City Chiefs quarterback Patrick Mahomes walks to the huddle during the first half of an NFL football game against the Los Angeles Chargers, Sunday, Dec. 14, 2025, in Kansas City, Mo. (AP Photo/Charlie Riedel)

Mahomes en espera

Recientemente he leído y escuchado repetidamente que la temporada de Mahomes es como la de Brady en 2008 cuando se rompió el ACL y MCL, ambos con lesión impeditiva y el equipo no se clasificó para playoffs. Pero poco tiene que ver. Brady se rompe el ACL y MCL en el primer partido de temporada(vs. Chiefs) y luego compite y se queda fuera de Playoffs pese a terminar 11-5. Poco que ver con la lesión de Patrick a 3 partidos por finalizar la temporada y con el equipo en negativo. La lesión de Mahomes ha sido en el peor momento del año, ninguno es bueno, pero en este final condiciona la temporada siguiente de Chiefs. A día de hoy lo que se sabe oficialmente es:

-Mahomes se lesionó el domingo 14/12/2025 vs Chargers (rotura de ACL; puede añadir LCL).

-Fue operado en Dallas la noche del lunes 15/12/2025 y ya ha empezado la rehabilitación.

-La estimación más repetida para ACL (¿LCL?) es unos 9 meses, y probablemente se perderá el programa de offseason y su disponibilidad para el inicio de 2026 está en cuestión.

¿Podrá ir a camps? ¿Empezará la liga 2026?

Con una cirugía el 15/12/2025, el calendario típico que señalaban todos los medios:

  • OTAs / minicamp (mayo–junio 2026): estaría a 5–6 meses post-op → lo normal es no participar a pleno rendimiento; si aparece, sería muy limitado (rehab, trabajo individual). Se perderá el offseason program muy probablemente.
  • Training camp (finales de julio 2026): 7 meses → podría llegar a camp para presencia/reps muy controladas, pero no es seguro. Andy Reid se ha mostrado optimista en el "si todo va bien", pero sin prometer fechas.
  • Week 1 (inicio temporada 2026): ESPN recuerda que el kickoff 2026 es el 10/09/2026, que cuadra casi exacto con esos 9 meses, así que está justo en el límite: posible, pero no garantizado.

La lesión de Mahomes ha sido un palo muy duro para la Franquicia de Arrowhead después de una época de vino y rosas. Que los tiempos que comienzan sean más o menos duros, dependen en buena medida de su correcta recuperación, forzarla y no respetar tiempos puede tener consecuencias nefastas. Veremos.

Se viene la semana 16 que empieza este jueves 18 de diciembre con un gran Rams@Seattle.