Tuvimos que llegar a la semana siete para presenciar un partido de los Lions en que no anotaran más de 27 puntos, así de productiva es la unidad ofensiva de Dan Campbell.

De la semana dos a la seis, promediaron 38 puntos por partido, ganando cuatro de esos cinco y haciéndolo de forma categórica. Lo mejor de ellos es que tienen mil y un formas de ganar: puede ser con Jahmyr Gibbs corriendo para 150+ yardas, con Jared Goff lanzando para más de 300 yardas en un partido o de repente con David Montgomery, lanzando pases de touchdown a sus compañeros. Amon-Ra St. Brown, Sam Laporta, Jameson Williams… el arsenal es demasiado vasto, se rotan entre ellos la producción y, aparte, ahora están probados. 

El éxito ofensivo que han tenido en este inicio de campaña es prueba fidedigna de qué sobrevivieron la salida de Ben Johnson y que no son dependientes de su esquema para continuar con el éxito de años anteriores.

Los Chiefs de Kansas City estuvieron advirtiendo durante toda la offseason que si esta temporada lograban mantenerse sanos, serían una ofensiva que volvería a sus mejores épocas. Quizá tuvo el efecto de Pedro y el lobo en el cual, después de dos años de producción mediana, no existían las certezas para confiar en ellos, pero una vez más han demostrado que cuando Andy Reid y Patrick Mahomes están a cargo, no es sabio apostar contra ellos.

La explosividad ha vuelto a ser parte de la ofensiva de Chiefs en este 2025; Patrick Mahomes ha vuelto a tomar riesgos (bien medidos) que le han devuelto esa chispa a esta unidad, que de la semanas cuatro a la siete no han bajado de 30 puntos por partido, y ahora, por si fuera poco, hay que incluir el riesgo, y amenaza que representa el regreso de Rashee Rice.

Muy plausible su producción considerando que no han logrado tener un corredor que supere la barrera de las 60 yardas en esta temporada. En pocas palabras; son unidimensionales y no tenían a su mejor receptor. Este último problema se ha resuelto, ¿que pasará cuando resuelvan el primero? Que la liga se ponga a temblar.

No puedo dejar de reconocer cada oportunidad que tengo el buen trabajo que ha hecho Brian Schottenheimer como Head Coach y playcaller de Cowboys.

Es el equipo que más yardas por partido genera, el segundo que más lanza el balón, y el segundo que más puntos a favor tiene tras siete semanas. Estuve tentado a dejarlo fuera del top tres porque eso no ha sido suficiente para ganar tantos partidos como se hubiera pensado, pero considerando que estamos calificando rendimiento ofensivo solamente, no hay razón para dejarlos fuera. George Pickens se ha vuelto un jugador constante, por fin, CeeDee Lamb sigue siendo parte de la conversación por el título de mejor receptor de la liga y Jake Ferguson silenciosamente se ha colado en la lista de los cinco mejores tight ends. Dak Prescott es una historia aparte debido a su inconsistencia para cerrar temporadas, pero esta vez, al igual que varias anteriores el inicio no ha podido ser mucho mejor. Si esa defensiva pudiera respaldarlos, otra cosa sería.

Creo que absolutamente nadie, ni la mamá de Daniel Jones o la de Shane Steichen, esperaban que los Colts de Indianapolis estuvieran catalogados como una de las cinco mejores ofensivas de la liga; ha sido sencillamente espectacular lo que han hecho en este inicio de temporada.

Daniel Jones es la enésima, prueba de lo mucho que importa tener una mente brillante como Head Coach; Steichen le entrega múltiples opciones en cada jugada y él ha decidido bien en estas primeras siete semanas, la mayoría de veces. Jonathan Taylor ha vuelto a su mejor versión, la que lo coloca entre los mejores corredores de la liga y, a pesar de qué no tienen un receptor dominante, tanto Michael Pittman como Alec Pierce y Josh Downs, han hecho un trabajo sumamente efectivo y constante. El hombre que, particularmente, me parece el clave de este cambio tan drástico que hemos visto en la ofensiva Colt es el novato Tyler Warren con su versatilidad y, por supuesto, la tremendamente efectiva línea ofensiva que han ensamblado en el Lucas Oil Stadium. 

El quinto lugar me parece que puede cambiar semana a semana. Los Buccaneers se han sobrepuesto a demasiadas bajas, Seahawks domina gracias al temporadón de Jaxson Smith-Njigba, Josh Allen es suficiente argumento para incluir a los Bills en esta lista y los Chargers han sido una gratísima sorpresa; incluso San Francisco merece mención por cómo produce a pesar de tantas bajas, pero realmente creo que en este momento de la temporada este último espacio pertenece a los Rams de Los Ángeles, con el grandioso show que está montando Matthew Stafford.

Una vez más el generador de míticas campañas de receptores lo ha vuelto a hacer; cuando Puka Nacua estaba sano, Stafford lo tenía en ritmo de todos los récords, ahora que Puka se ha caído, ha integrado a Davante Adams al rol de receptor principal como si fuera cosa de niños: de inmediato a producir: tres recepciones de anotación, facilitándole la vida y poniéndolo siempre en posición de éxito. Si Nacua logra volver en buen estado físico, esa terna no tendría muchos obstáculos para llegar al Super Bowl.